El colorímetro es el aparato utilizado para análisis químico que mide la intensidad del color de las disoluciones. Mientras que el densitómetro es el aparato que mide la densidad óptica de un medio según la intensidad de la luz que transmite o refleja.
Ya vimos cómo es todo el proceso de impresión, pero nos falta matizar una cosa, y es que antes de empezar a imprimirlo todo tenemos que saber si la cantidad de tinta y los colores son los adecuados. Por eso primero se hacen pruebas y se analiza el color.
Mediante el densitómetro, en este caso, (el que vemos en la imagen) analizamos la cantidad de tinta de cian, magenta, amarillo y negro, para saber si tenemos que poner o quitar de un color u otro para obtener el tono exacto deseado.
En cada impreso, al borde del papel, salen unos cuadrados con los colores CMYK a lo que denominamos tira de control del color. Entonces ponemos el sensor del colorímetro/densitómetro encima de cada cuadrado para que lo analice.
Una vez todo esta perfecto ¡ya podemos imprimir todo el tiraje!