La visibilidad de un color depende del contraste sobre el color de fondo, su saturación, luminosidad, extensión, cantidad de color, etc. Un color puede influir o cambiar la cualidad cromática de otro y también la apariencia de su tamaño, posición o distancia.
Los colores complementarios puros superpuestos no son de gran visibilidad porque tienden a neutralizarse mutuamente. Para que se diferencien bien y sean visibles, uno de los colores tiene que atenuarse, por la adición de blanco, negro o gris, y tener éste la extensión máxima; el otro color, de extensión mínima, puede ser puro e intenso.
En general, se consigue mayor legibilidad mediante la utilización de colores oscuros sobre fondos claros, ya que los textos en negativo pierden, aproximadamente, un 11% de legibilidad respecto al caso contrario. Y en cualquier caso, si es para una lectura extensa (en pantalla), evitaremos fondos en blanco puro o negro puro, ya que provoca más fatiga visual.