Antes de realizar tu trabajo sobre papel o de imprimir-lo, es importante saber escoger bien sobre qué tipo de papel quieres trabajar. Hay muchísimos papeles diferentes y cada uno sirve mejor para un trabajo u otro: escribir, dibujar, imprimir, envolver…
Distinguimos cada papel según sus características: gramaje, espesor, brillo, rugosidad, opacidad, blancura, resistencia, capacidad de absorción, estabilidad dimensional, humedad, dureza… Hoy te explicamos las cinco características más importantes a la hora de imprimir.
1. Gramaje: peso del papel por metro cuadrado. Los papeles que tienen gramajes de 40-60 g/m2, son muy ligeros y delgados y se usan para los periódicos. Los papeles con gramajes de 200 g/m2 ya se consideran cartulinas, cartones y derivados, son muy gruesos y se usan para portadas de revistas, catálogos, carpetas, etc.
2. Espesor: grosor de la lámina de papel. Cuanto más grueso más rígido o estable será. Es importante para saber qué tipo de pintura vas a usar.
Es importante distinguir entre el gramaje del papel y su espesor. Un gramaje más alto, a menudo, le corresponde un grosor mayor, pero este último puede variar dependiendo de la composición y la forma de fabricación de los distintos tipos de papel.
Dos hojas con el mismo gramaje pueden tener un grosor diferente, según el tipo de producción y de composición del papel, y presentar una rigidez distinta.
[Fuente: https://graphitisimpresores.es/el-papel-caracteristicas/]
3. Brillo: cantidad de luz reflejada desde la superficie de un papel. Mientras más brillante sea, mayor será el contraste entre el papel y la imagen y mayor será la intensidad de color.
4. Rugosidad: irregularidades físicas que puede haber en su superficie. Si el papel es liso, la escritura será más fina y definida. En el momento de imprimir, también quedará más definido.
5. Opacidad: transparencia, cantidad de luz que atraviesa por el papel. Un nivel de opacidad alto y homogéneo visto al trasluz nos dirá que es un papel de alta calidad.